EL CONVENIO EUROPEO PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DE LAS LIBERTADES FUNDAMENTALES

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Patio del Módulo Nelson Mandela 
en el Centro Penitenciario de Teixeiro
Mon Devane©

José Luis Muñoz de Baena Simón

La Declaración Universal y el sistema de protección de derechos humanos de Naciones Unidas se complementa con los sistemas regionales de defensa de derechos humanos (actualmente, se han desarrollado el europeo, americano y africano).

El sistema europeo se articula con los Convenios y tratados ratificados dentro del Consejo de Europa. Esta organización intergubernamental creada en 1949 tiene sede en Estrasburgo y su finalidad «consiste en realizar una unión más estrecha entre sus miembros para salvaguardar y promover los ideales y los principios que constituyen su patrimonio común y favorecer su progreso económico y social».

 El Convenio Europeo para la protección de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, también llamado Convenio de Roma, se adoptó en el Consejo de Europa el 4 de noviembre de 1950. En aquel momento integraban la organización solo diez países; hoy son cuarenta y seis, tras la expulsión de Rusia en marzo de 2022.

Si bien los primeros proyectos del texto hacían referencia a artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, finalmente se optó por determinar los derechos de manera directa en el Convenio; la remisión a la Declaración Universal quedó en el Preámbulo. Y así, entendiendo que esta tiende a «asegurar el reconocimiento y la aplicación universales y efectivos de los derechos en ella enunciados», los Estados aprobaron dicho Convenio «animados de un mismo espíritu y en posesión de un patrimonio común de ideales y de tradiciones políticas, de respeto a la libertad y de preeminencia del Derecho», en orden «a tomar las primeras medidas adecuadas para asegurar la garantía colectiva de algunos de los derechos enunciados en la Declaración Universal».

El Convenio, aunque limitado al ámbito regional europeo, supone un avance significativo en tal garantía, al crear un tribunal específico: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (con sede en Estrasburgo) encargado  de  resolver  las  demandas  que  los  particulares  pueden  dirigir  contra los Estados firmantes del Convenio por violación de los derechos reconocidos en el mismo. La jurisprudencia de este Tribunal ha ido configurando progresivamente el contenido de los derechos, y el alcance de sus sentencias se ha ido reforzando a lo largo de los años.

El Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales