V- Flagelados y ciliados

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Calycimonas

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Peranema

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Frontonia

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Oxytricha

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Ileonema

En este apartado incluimos a un grupo heterogéneo de organismos de aspecto y origen muy variado y de posición taxonómica muy dispar, en ocasiones discutida, y cuya principal característica es la posesión de uno o dos flagelos.  

Entre todos ellos, los euglenoides ocupan una destacada representación por la amplia variedad de taxones con la que aparecen repartidos en una gran variedad de géneros -casi el 8% del total dentro de todo el grupo de taxones hallados en este estudio- otros organismos flagelados como dinoflagelados, criptofíceas y crisofíceas se han encontrado casi con carácter testimonial. 

Los euglenoides son organismos de vida libre, con frecuencia fotosintetizadores. Sus particularidades hacen de ellos seres que participan de las características de los vegetales y de los animales al poder realizar la fotosíntesis en presencia de luz. Pero, también, en ausencia de luz, pueden ser fagotróficos e incluso pueden presentar un tipo mixto de nutrición, autótrofa y heterótrofa (mixotrofia) de ahí su gran éxito en los ambientes cargados de nutrientes en donde pueden participar tanto de la nutrición a partir de compuestos orgánicos presentes en el agua, como de la fotosintética. 

 Precisamente aquí, en las turberas, muchos de los euglenoides son fagotróficos y con toda probabilidad ocupan parte del nicho que algunas bacterias podrían ocupar si tuviesen las condiciones adecuadas para poder desarrollarse en esto ambientes de aguas ácidas. 

Otra de las particularidades de muchos euglenoides, es la posesión de una mancha ocular localizada en la cámara donde está situada la base de sus flagelos, un fotorreceptor intensamente rojo, que les permite localizar las zonas en las que pueden realizar la fotosíntesis. 

La película transparente y finamente estriada que recubre el cuerpo de estos seres, es una seña de su identidad y condiciona el movimiento y el aspecto cambiante de muchos de ellos, como sucede en Euglena o Peranema en los que esta película es extraordinariamente plástica y responsable de sus cambiantes formas, mientras que en otros géneros como Lepocinclis o Phacus es rígida y determina sus característicos contornos...  

 

CILIADOS 

Los ciliados aparecen notablemente representados en las turberas, la mayoría como formas de vida libre. Entre ellos, un buen número, establecen relaciones de simbiosis con algas unicelulares del género Chlorella, por lo que presentan un característico color verde debido a la existencia en su citoplasma de numerosas algas verdes. Llama la atención cómo en los ecosistemas de este tipo, las relaciones tróficas de simbiosis están mucho más extendidas entre los ciliados que en otros ecosistemas acuáticos. Paramecium bursaria, Bryometopus o Thylakidium, etc. son algunos de los más comunes dentro de este grupo de simbiontes. 

La representación porcentual de los ciliados, con respecto al total de los organismos encontrados, alcanza casi el 14 % y supone en porcentaje, el cuarto grupo en cuanto a número de taxones presentes. 

Casi todos los ciliados son habitantes de los fondos poco profundos donde viven entre los detritus o entre el musgo, pero también formando parte de las biocenosis a las que dan lugar las algas filamentosas que como Spirogyra, Mougeotia, Zygnema y Oedogonium se encuentran en los lugares próximos a la orilla. 

Los ciliados contribuyen a cerrar el ciclo de la materia. Se alimentan fundamentalmente de materia orgánica en descomposición y restos vegetales, pero también de pequeños microorganismos unicelulares e incluso de otros organismos pluricelulares. Muchos de ellos presentan un régimen de alimentación herbívoro como Frontonia, mientras que una buena parte de los que pertenecen a la clase Spirotrichea aunque pueden capturar presas como otros ciliados, son casi exclusivamente vegetarianos como Euplotes o Stylonychia, por último otro pequeño grupo entre los que se encuentra Colpidum o Blepharisma son fundamentalmente bacteriófagos. 

Los de la clase Spirotrichea suelen permanecer al acecho entre la vegetación sumergida o entre los detritus y se mueven bajo el agua con rápidos y bruscos desplazamientos cortos y con frecuencia parecen caminar sobre el lecho o diferentes tipos de soporte utilizando sus gruesos cirros, tal y como lo hacen las diferentes especies de Euplotes, Aspidisca o Stylonychia que hemos encontrado en las muestras de fondo. Casi todos ellos son voraces devoradores de algas, y con relativa frecuencia resulta fácil observar de qué se alimentan.

V- Flagelados y ciliados