El debate entre Clara Campoamor y Victoria Kent
Ángeles Egido
En los meses posteriores a la proclamación de la Segunda República, fueron solo 3 mujeres las que consiguieron un puesto de diputadas en el Parlamento: Margarita Nelken, Victoria Kent y Clara Campoamor. Estas dos últimas protagonizaron el intenso debate sobre el voto femenino el 1 de octubre de 1931.
Frente a las afirmaciones de que las mujeres no deberían comenzar a ejercer su derecho a voto hasta los 45 años, “dada la debilidad psíquica y de voluntad e inteligencia de las mujeres antes de esa edad”, o las supuestas razones biológicas que las vinculaban con el histerismo o la irracionalidad, se alzó la voz de Clara Campoamor, que rebatió el mayor argumento en contra del sufragio femenino: la idea de que las mujeres votarían a favor de las derechas, influidas por sus maridos o por sus confesores.
Victoria Kent, considerada la primera mujer abogada de España, Directora General de Prisiones y perteneciente al Partido Republicano Radical Socialista, se opuso a él por esa misma razón:
"Creo que el voto femenino debe aplazarse, lo dice una mujer que, en el momento crítico de decirlo, renuncia a un ideal”.
Clara Campoamor, abogada y política, miembro del Partido Radical, defendió, en cambio, que por encima de los intereses del Estado estaba el principio de igualdad y las mujeres debían conseguir el derecho a voto en ese mismo momento, sin aplazamiento alguno:
"Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros".
“No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer”.
Las mujeres españolas votaron por primera vez en las elecciones de 1933 que dieron la victoria a las derechas, pero también lo hicieron en las elecciones de 1936 en las que triunfó el Frente Popular.